Martincito, espero que donde te encuentres ahora, puedas
seguir jugando y ladrando feliz en un lugar donde no sientas más dolor, ni sufrimiento
y el paso de los años.
Espero que estés rodeada de mis amigos
que ya partieron y que te cuiden con el mismo amor que te cuidamos nosotros.
Ahora se me presentan miles de
preguntas, que si te di una buena vida, que si fuiste feliz conmigo, no se que
pensar, solo se que me diste los años mas hermosos de amistad, una fiel lealtad
y también afecto sin condicionamientos de ningún tipo.
Martincito, hoy te fuiste, nos dejaste
con el corazón despedazado, yo mismo intento en vano no ahogarme en el vacío
existencial que nos dejo tu partida porque la tristeza por no verte mas es
infinita.
Tus ojitos tristes hace días
demostraban que estabas mal, tu mirada perdida, tu incapacidad para moverte, para
alimentarte, nos mostraba que el final se acercaba pero como cabeza dura que
soy me resistía a creer o pensar que ibas a partir hoy, 21 de Septiembre 0430
am, te lleve abajo al sofá porque algo me decía que no estabas bien esta noche,
de repente me despertaste con un ruido agudo y te abrase bien fuerte, diste un
suspiro grande y se detuvo tu corazón.
Creo que te fuiste de la forma que
deseabas, junto a mí y de viejito. Después te acaricie durante 3 horas
abrazándote fuerte y rogándole a Dios que guarde ese hermoso recuerdo en mis
manos de la textura de tus pelos suaves.
Luego amaneció un hermoso día de sol, unos
de los tantos días que los rayos de sol, enceguecían tu mirada y hacían de vos,
un perrito lleno de vida.
Voy a conservar la camita que te armo
Robin en el garaje, la misma que descansabas cuando yo trabajaba en esos días
interminables armando la moto, que todavía guarda tu olor y algunos pelitos.
Martincito te vamos a extrañar
infinitamente, nadie va a poder ocupar el lugar que tenias en nuestra vida,
quizás hoy seamos un poco mas infelices de lo que éramos hace unos días atrás,
porque vos ya no estabas con nosotros y nuestra familia, con tu partida perdí
una parte de mi vida.
El destino de cada uno de nosotros es diferente y a mi no me
dio hijos, pero me dio un tesoro que jamás olvidare, que fue vivir a tu lado.
Hoy el cielo te llevo y solamente
espero que algún día nos volvamos a encontrar y podamos jugar en un lugar
alejado de esta realidad.
Te amo Martincito y nunca te vamos a
olvidar.
Hermoso amigo mío, en esa foto con chaleco lo veo a Hess y cuesta no se piante un lagrimon, van a pasar muchos perros más x nuestras vidas pero nunca cómo ellos.
ResponderEliminar